Ser portero no es el puesto más fácil dentro de un equipo de fútbol. El portero suele ser la persona que más se critica por cometer un error o no hacer bien su trabajo cuando entra un gol en la portería, y se tiende a no valorar su mérito cuando su equipo ha ganado y ha hecho una buena defensa de su portería pasando desapercibido.
Además, un portero de fútbol tiene que ganarse la confianza de todo su equipo y entrenador, lo que es todavía más difícil cuando se es joven y no se tiene mucha experiencia.
El miedo a cometer errores durante el partido, puede llevar a inseguridades en el portero que pueden tener grandes repercusiones en el momento del partido. Para que el joven portero pueda asumir sus errores e intentar evitarlos en futuros partidos, es importante que trabaje ciertos aspectos que le ayudarán a afrontar situaciones.
La personalidad del portero puede entrenarse para desarrollar ciertas competencias emocionales o psicológicas, pero hay que tener en cuenta que cada portero, cada persona, tiene una personalidad totalmente diferente. Un carácter frágil puede ampliar el número de errores ante una reprimenda de su entrenador, mientras que un carácter más fuerte puede verse reforzado con una llamada de atención, por lo que lo importante es que los comentarios sean siempre constructivos para no correr el riesgo de quitarle la ilusión de ser portero y lleven siempre a querer mejorar.
Al preparar a un joven portero, hay que centrarse en entrenar las habilidades técnicas y físicas acordes a la edad y con un carácter adecuado a su función, ya que la formación es progresiva y con ello conseguiremos ayudarle a afrontar el miedo de cometer errores y que la victoria o derrota de su equipo no sea tan trascendental.
Podemos decir que hay dos tipos de porteros, los que han fallado y los que van a fallar. El error es una constante que convive con el portero, por lo que hay que minimizar el temor de cometer errores en el portero joven con el objetivo de obtener un mayor rendimiento y mejorar los resultados.
Aunque el principal encargado de la formación de un joven portero es su entrenador, los padres también tienen un papel importante en su educación y tienen que hacer todo lo posible por colaborar. El joven portero tiene que ser capaz de mejorar su calidad técnica de expresión y mejorar en su crecimiento psicológico adoptando una actitud positiva, por lo que hay que destacar y reforzar los aspectos positivos de su actuación, mostrarle los errores que cometen los porteros profesionales, motivarle a que se exprese sin miedo y quitarle importancia al hecho en sí, hacerle ver que no deja de ser un juego.
Se trata de entrenar al portero y hacerle ver que aun cometiendo errores lo importante es siempre saber sacar partido de esos errores y aprender para no volver a cometer los mismos errores en un futuro. Los errores hay que afrontarlos con deportividad e intentar que no afecten a la concentración y seguridad durante el transcurso del partido de futbol.
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