El portero es una de las piezas más importantes en un partido de fútbol aunque muchas veces no se reconozca su mérito o pase desapercibido. Para conseguir el máximo rendimiento bajo cualquier circunstancia es importante trabajar la preparación física del portero de fútbol, pero no podemos olvidarnos de trabajar la preparación psicológica.
Además de los aspectos técnico-tácticos y las cualidades físicas que deben disponer, es necesario desarrollar unas competencias emocionales o psicológicas específicas de dicho puesto, han de ser y sentirse como auténticos porteros.
Los puntos más importantes a trabajar en la personalidad de un portero son los siguientes:
Contagiar seguridad
El portero es el primero que debe dar seguridad, ya que es un gran transmisor de estados de ánimo y contagia sus emociones a su equipo y a la grada. En las primeras intervenciones del partido conviene no arriesgar demasiado, pero de cara al final del partido debe transmitir control sobre la situación y arriesgar en las acciones finales.
Aceptar la posibilidad del error
Las acciones del portero son muy evidentes y determinantes sobre el resultado del partido, al igual que los errores que comete. Pero hay que entender que los errores forman parte del juego y es imposible no fallar nunca. Lo importante es saber controlar la situación después de cometer un error y saber focalizar de nuevo la atención sobre el juego para no descentrarse y no descontrolar el resto del partido.
Saber convivir con las críticas
El portero durante todo el partido está expuesto a la vista de los aficionados que están en la grada por lo que no resulta tarea fácil aislarse y centrarse totalmente en su trabajo de defender solo la portería llegado el momento.
Trabajar la autoconfianza individual
Uno no puede dudar de uno mismo. Es la mejor manera de conseguir los objetivos propuestos y dar lo mejor en el desarrollo del partido para obtener los mejores resultados. El portero debe trabajar confianza desde su trabajo, ya que es él el que tiene que convencer a su entrenador y jugadores, principalmente la defensa, de que está todo controlado.
Competir día a día
Para entrenar en la competitividad, hay que aprovechar la oportunidad que ofrecen los entrenamientos. El compañero se ha de convertir en el rival a superar, pero siempre desde el trabajo bien hecho.
Buscar la comodidad en el terreno de juego
Para que el portero pueda centrarse en el papel que tiene que desempeñar durante el partido, es importante que se sienta cómodo y confiado con que está preparado para afrontar las situaciones que se le pueden presentar. Hacerse con unos buenos guantes de portero y la correcta equipación, le hará sentirse seguro de que va a obtener la respuesta que espera ante determinadas situaciones.
En la preparación tanto física como psicológica de los jugadores y porteros, es de vital importancia que el entrenador cree un ambiente distendido pero de responsabilidad para que todos ellos puedan centrarse cada uno en sus funciones sin dejar de lado una estrategia común de equipo. Será la mejor manera de actuar en el partido para obtener los resultados esperados.
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