El voleibol es conocido como el segundo deporte más popular en el mundo. Los equipos están separados por una red situada por encima de la cabeza y que los jugadores tienen que hacer pasar una pelota, utilizando para ello cualquier parte del cuerpo, por encima de esta con el fin de que la pelota toque el suelo del equipo contrario mientras el arbitro de voleibol esta atento a cada jugada. Cada equipo puede dar hasta tres toques al balón antes de enviarla al campo contrario. El punto se gana si la pelota toca el suelo del campo de la zona del adversario o si el equipo contrario pasa de tres toques.
Un equipo de voleibol consta de 6 jugadores. El equipo ganador es el que consigue 3 juegos de 5 jugados, cada juego consiste en un conjunto de 25 puntos cada uno, en caso de empate a 24 el juego continua hasta que uno de los equipos consigue una diferencia de dos puntos.
El juego desarrolla recursos latentes, destacando la habilidad, la espontaneidad, la creatividad y sobre todo, el juego en equipo. Las reglas están diseñadas para permitir la demostración de estas habilidades por parte de los jugadores. Con pocas excepciones, el voleibol permite a los jugadores poder destacar jugando en la red (en ataque) y la parte de atrás (en la defensa o la organización). Algunas de las características del voleibol son compartidas con otros deportes que utilizan una red, un balón o una raqueta. Estas son:
- Servicio
- Ataque
- Defensa
- Rotación
El voleibol sigue siendo único entre los deportes con red, su juego se caracteriza en mantener el balón en el aire y la oportunidad de pasarla entre miembros de un mismo equipo antes de ser lanzada devuelta al equipo contrario. La introducción de la figura del líbero, que es el jugador especializado en la defensa, aumentó la duración de los puntos. La rotación fue desarrollada para permitir a cada jugador participar en el juego. La regla de la posición permite a los jugadores y a los equipos disponer de la flexibilidad suficiente para desarrollar tácticas ventajosas, tanto para el equipo como para el propio espectáculo del juego. Por todo ello, el voleibol tiene cada vez una mejor imagen, muestra que el deporte está evolucionando y sin duda producirá más cambios que hará que sea mejor, más rápido y sobre todo, más emocionante.
Un árbitro de calidad deriva de los principios de equidad y coherencia tanto para ser justo con cada jugador como para ser percibido por los espectadores como una figura honesta.
Para permitir el juego, el árbitro deberá ser exacto en sus evaluaciones y comprender perfectamente el concepto básico de las normas de juego. También deberá ayudar a la espectacularidad del encuentro permitiendo a los mejores jugadores brillar para deslumbrar al público.
En conclusión podemos decir que un buen árbitro debe utilizar las reglas para hacer de la competición una gran experiencia para las personas involucradas: los jugadores y el público, y conseguir que el voleibol sea el verdadero espectáculo deportivo.