Hay entrenadores deportivos que tienen éxito en cualquier equipo que entrenan y sin embargo hay otros que por muy bien que sepan exponer sus tácticas y estrategia al equipo no consiguen destacar. Un punto clave en esta diferencia puede estar en la capacidad del entrenador para adaptarse a cada equipo y trasmitir sus conocimientos.
Todos los cambios que se realicen en un equipo es recomendable hacerlos de forma gradual para permitir adaptarse a todo el equipo. Un cambio de entrenador no solo supone un periodo de adaptación para el entrenador deportivo que llega, sino también para los jugadores, por lo que cuanto más preparados estén para el cambio más rápidamente se adaptarán y menos repercusiones tendrá el cambio en los resultados de entrenamientos y partidos.
Cuando un entrenador entra a un nuevo equipo necesita de un periodo de adaptación y ajuste para conocerse mutuamente. El equipo, suele tener muy presente al anterior entrenador, por lo que es común que lo comparen y tengan cierta desconfianza inicial.
Para acercarse al equipo un punto fuerte puede ser estar bien informado sobre el equipo y sus jugadores así como el estilo de juego, el cuerpo técnico, etc. de forma que pueda hablar con contundencia y transmitir mayor seguridad con sus palabras. Cada jugador tiene unas habilidades deportivas propias por lo que la misión de un buen técnico deportivo es la de descubrirlas y potenciarlas para obtener un mayor rendimiento y mejores resultados. Además de los jugadores, un análisis del entorno también puede ayudar a identificar y anticiparse a posibles problemas que puedan surgir y que puedan condicionar el trabajo y la efectividad de los cambios.
Un entrenador, tiene que ver previamente a su llegada a qué equipo deportivo está yendo. Es importante que adapte su lenguaje al equipo al que llega, teniendo en cuenta el nivel socio-económico de la ciudad para que los mensajes que transmita sean entendidos y haya un correcto entendimiento con jugadores, padres y miembros del club interesándose además por sus preocupaciones e inquietudes.
Otro aspecto importante para conseguir una mejor adaptación del entrenador al club es medir el nivel de los entrenamientos previos. No es lo mismo si los jugadores estaban acostumbrados a entrenamientos con poco trabajo físico o únicamente con balón o si estaban acostumbrados a realizar unos entrenamientos intensivos con material de entrenamiento de alto nivel. Aquí vuelve a cobrar importancia el proceso gradual para realizar los cambios, comprobando poco a poco si los jugadores están al nivel de los entrenamientos o si se deberían plantear variaciones más fáciles antes de realizar el ejercicio completo.
En definitiva, el entrenador debe ir valorando el estado del equipo y de los jugadores para ir introduciendo su forma de entrenamiento poco a poco y consiguiendo así una adaptación mutua del entrenador al equipo y del equipo al entrenador.
Con una actitud positiva, una metodología clara y un correcto aprovechamiento de los conocimientos y recursos podrá mejorar la dinámica del equipo y el rendimiento de los jugadores tanto de forma individual como colectiva hasta conseguir que se traduzca en unos mejores resultados tras entrenamientos y partidos.
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