Durante los primeros años de entrenador, uno se da cuenta que las rutinas que uno ejecuta con sus jugadores, a pesar de estar llevadas a cabo de igual modo que lo hacen otros entrenadores más experimentados, no son tan dinámicas y los niños no disfrutan tanto. En esta etapa inicial de entrenador de fútbol, los ensayos de prueba y error son imprescindibles para aprender de los errores y ganar experiencia. Sin embargo, la clave está en tener una buena idea sobre el propósito y los puntos clave de la rutina que se va a trabajar. El problema radica en no ejecutar la rutina en todo su potencial y no realizar cambios, o que cambios realizar en según qué casos.
Hay algunos puntos clave para conseguir que las rutinas de entrenamiento de fútbol sean más prácticas y efectivas.
- Como entrenador de fútbol, si se ve a un jugador cometer un error hay que detener el ejercicio e intentar recrear la situación para que los jugadores experimenten como debería haber sido el ejercicio.
- Cuando se ejecuta el entrenamiento, hay que realizar preguntas para que los jugadores las contesten, de este modo se podrá evaluar qué cantidad de jugadores comprenden el entrenamiento.
- Como entrenador de fútbol se debe estar preparado para controlar toda clase de situaciones.
- Hay que hacer las sesiones de entrenamiento realistas, útiles, agradables y divertidas.
- Establecer expectativas razonables para cada jugador.
- Dar instrucciones sencillas para explicar cada situación que se está enseñando y para asegurar una comprensión clara y concisa de la idea.
- El entrenador o los jugadores pueden mostrar el recorrido del ejercicio que se está explicando para una correcta comprensión del ejercicio por parte de todos los jugadores.
Como entrenador de fútbol base, hay que tener en cuenta que no se trata necesariamente de los ejercicios que se realizan sino de la forma en que se realizan los ejercicios.
Foto: Chip Griffin – Jóvenes fútbolistas estirando antes de entrenar