El fútbol es uno de los deportes que requiere entrenamientos más rigurosos y estrictos sobretodo en el previo a un partido o torneo. Del sobreesfuerzo aumentan las posibilidades de sufrir una lesión, por lo que es recomendable conocer las lesiones más frecuentes en los jugadores de fútbol para intentar evitarlas.
La mayoría de las lesiones deportivas son causadas por el desgaste físico o tras movimientos incorrectos al entrenar, aunque también están las llamadas lesiones de contacto sufridas tras el choque entre jugadores.
Dentro de los distintos tipos de lesiones deportivas podemos encontrar lesiones musculares, lesiones óseas, lesiones tendinosas y otras lesiones generales, pero vamos a centrarnos en las lesiones musculares ya que son las más comunes entre los futbolistas.
Las lesiones musculares varían en función de la gravedad de la rotura de fibras, pudiendo diferenciar:
- Distensión muscular: es un traumatismo interno de escasa importancia. Se debe a que los músculos han sobrepasado los límites de su elasticidad pero de forma repartida, el dolor es vivo.
- Contractura muscular: Se debe al trabajo excesivo de los músculos de forma prolongada, el dolor es constante y continuo.
- Tirón muscular: Se produce por la rotura de microfibras musculares, el dolor es intenso y localizado.
- Calambre o espasmo: Son contracciones musculares espontáneas, duraderas y normalmente dolorosas que surgen de improviso debido a un sobreesfuerzo.
- Desgarre muscular: Es la mayor de las lesiones musculares. Se trata de la rotura de numerosas fibras de un músculo o del músculo por completo. El dolor suele ser tan intenso que normalmente hay que parar el entrenamiento.
Cualquier tipo de lesión es importante que sea tratada por un médico o especialista para ver el estado de la lesión y el tratamiento a seguir; pero sí que es cierto, que prácticamente todas las lesiones musculares requieren de unos primeros pasos:
Reposo relativo para evitar los movimientos que producen molestias.
Aplicación de calor seco durante unos días.
Masaje suave en la zona o músculos afectados.
En el caso que sea necesario puede tomarse un relajante muscular.
Tras una lesión, la vuelta al entrenamiento tiene que ser progresiva y con calma. Las sesiones de rehabilitación o fisioterapia pueden ayudar a una recuperación más rápida pero siempre se requiere un tiempo de incorporación para volver al trabajo de intensidad.
Tras una lesión muscular y para prevenir nuevas lesiones, es importante realizar siempre un calentamiento previo al entrenamiento y estiramientos que permitan trabajar la zona afectada de forma específica.
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