La figura del árbitro en el mundo del fútbol es muy importante y, por ello, la preparación física de los árbitros tiene que ser igual o mejor que la del mismo jugador de fútbol. Durante el transcurso de los partidos se suceden muchas jugadas en las que la cercanía del árbitro a la misma puede ayudarle a tomar la decisión correcta, y para esto su condición física debe ser óptima.
Los árbitros de alto nivel que dirigen los partidos de las mejores ligas y campeonatos suelen recorrer una distancia de entre 9 y 13 km por partido, parecida a la que recorren los jugadores. Su preparación tiene que ser como la de cualquier atleta, realizando pretemporada y entrenando todas las semanas para estar preparado y para reducir el riesgo de sufrir alguna lesión.
El trío arbitral suele realizar muchos esfuerzos durante cortos períodos de tiempo, ya que básicamente tiene que ir detrás del balón controlando todas y cada una de las jugadas que se suceden en cada partido, por lo que es muy normal que tengan que hacer muchos sprints para seguir contragolpes o balones en largo, etc. A diferencia de los jugadores que utilizan cualquier momento para descansar, como por ejemplo los defensas que suelen descansar cuando su equipo ataca, los árbitros no pueden parar ni un segundo.
La preparación de los árbitros tiene que consistir en realizar un buen plan de entrenamiento que incluya estiramientos, calentamiento, ejercicios de técnica de carrera, entrenamiento, descansos y vuelta a la calma (consiste en ejercicios para aprender a recuperar fuerzas durante el partido), abdominales y flexiones. Esta rutina de ejercicios se realiza semanalmente, siempre dejando algún día de descanso a mitad de semana.
La condición física de los árbitros es tan importante en el fútbol que a principio de temporada y a lo largo de la misma se llevan a cabo varias pruebas físicas para comprobar si se encuentra en un estado “Apto o no apto”. Estas pruebas consisten en la realización de varios ejercicios:
- Prueba de Velocidad: realizar 6 series de 40 metros en el menor tiempo posible (normalmente en menos de 6 segundos)
- Prueba de resistencia: realizar un mínimo de 10 vueltas a una pista de atletismo o 13 como máximo para conseguir ascensos. El árbitro tendrá que correr 150 metros en 30” y 50 metros en 35” andando, así hasta completar las 10 vueltas. El árbitro que no entre en las caminatas en el momento del pitido de los tiempos estipulados estará fuera de la prueba. Esta prueba puede variar a la realización de una serie única de 2.000m.
- Prueba de campo: en un campo de 50 x 50 metros, el árbitro debe correr una diagonal de frente, luego carreras laterales, un zig-zag, otra carrera diagonal de frente y se termina de espaldas. Todo este circuito se debe realizar en un tiempo máximo de 54 segundos.
Cualquier prueba que no se supere tendrá como consecuencia la consideración de «No Apto» del árbitro, el cual tendrá que esperarse un mes para poder realizar la convocatoria extraordinaria, tiempo durante el cual no podrá dirigir ningún partido.
Por todo esto, la correcta condición física de los árbitros es esencial para que realicen su tarea de la mejor manera posible y equivocarse lo menos posible, aunque muchas veces cometan pequeños errores.
Además, recordar que no sólo es importante para un árbitro su condición física, sino también contar con el material para árbitros adecuado con el que poder llevar a cabo su trabajo de forma eficaz.