Como entrenador de fútbol base, una de las lecciones más importantes que se pueden enseñar a los jugadores y a sus padres es respetar al árbitro. Si se está de acuerdo con la decisión del árbitro o no, él o ella es quien tiene la autoridad para aplicar las reglas del juego.
Excesivamente a menudo se puede ver en los campos de fútbol en todo el país como jóvenes futbolistas cuestionan abiertamente las decisiones del árbitro durante el juego. No importa si la decisión del árbitro era correcta o incorrecta, estos jugadores nunca sienten que una decisión que da ventaja al oponente era una decisión correcta. Como entrenador, es necesario romper esta mala práctica tan pronto como sea posible. Con este modo de actuar solo conseguirá poner a su equipo en desventaja.
- Discutir puede sacarte físicamente del partido
- Discutir con el árbitro puede sacarte mentalmente del partido
- Discutir con el árbitro puede afectar negativamente a sus decisiones
Como entrenador se tiene la responsabilidad de aceptar la palabra del árbitro. Si se tiene una queja lo mejor es hablar con el árbitro una vez ha terminado el partido y sin que le vean los jugadores. Los jugadores se habrán olvidado de la jugada minutos después de terminar el partido y pronto no se acordarán de nada.
Si se está enojado lo mejor es alejarse del terreno de juego un par de minutos para tranquilizarse.
En el siguiente video se puede ver como de mal pueden acabar las cosas. No todo el mundo ha visto esta clase de comportamientos, pero ocurren. (Está en ingles pero sobran las palabras)