En un equipo de fútbol el portero tiene la posición más difícil. Cuando para o desvía un balón se considera que está cumpliendo con su función, pero si le marcan un gol, normalmente da la sensación de que podría haber hecho algo más para evitarlo.
El rol del portero se caracteriza por su función en la intercepción del balón al proteger su portería y en el resultado influyen la habilidad, técnica, rapidez y desplazamiento del portero en el momento de cubrir la portería. La posición que adopte durante el partido involucra acciones ofensivas como los saques o pases y acciones defensivas. Las acciones defensivas son mucho más específicas ya que vienen iniciadas por una fase previa donde se consideran aspectos relacionados con la toma de decisiones.