La tecnología, desarrollada en Argentina, consiste en un spray que permite al árbitro y a sus asistentes el marcaje de la posición del balón y de la barrera en las faltas de fútbol, poco a poco se va extendiendo desde Argentina a todo el mundo.
Inventado por el periodista deportivo argentino Pablo Silva, el aerosol está diseñado para que los árbitros puedan marcar sobre el terreno de juego una línea blanca a una distancia de 9,15 metros para que los jugadores de la barrera de una falta la respeten y no la crucen. También es usado para delimitar el área donde posicionar el balón para al saque de la falta.